¡Carolina Marín ya está en semifinales!
El grito final de Carolina Marín tras ganar a Aya Ohori lo dice todo. No fue fácil doblegar a su rival en cuartos. La parte final de la competición es siempre un reto mayúsculo para cualquiera, incluso para la deportista onubense, que parece una extraterrestre. Quería dar un paso de gigantes y fíjense si lo ha dado. Ya está a solo un encuentro de asegurarse como mínimo la plata. Pero Carolina tiene una mentalidad ganadora y va a por el oro. Eso sí, primero habrá que batallar en semis.
Ohori llegaba después de ganar el Open de Australia (Super 500), con 25 victorias esta temporada, y ya sabía qué significa ganar a Carolina. Tenía motivos para soñar. Por ello, salió eléctrica. Su entusiasmo, sin embargo, fue prontamente apagado. “¡Carolina, Carolina!”, gritaba el Arena Porte de La Chapelle. El combustible perfecto. “¡Cuidado eso, cuidado eso!”, empezó a ordenar el entrenador de Marín, Fernando Rivas, desde temprano, mientras los puntos empezaban a pesar más en un lado del marcador. Aya, zurda como su pupila, buscó las cosquillas; Carolina, sin embargo, tras el susto del día anterior, no estaba para gracias. Su nivel fue extraordinario, “el mejor momento de su carrera”, como adelantaba estos días.
21-13 y 21-14 para finiquitar el partido. Marín, que lo estudia todo al milímetro, lleva días analizando el viento del pabellón mientras suma puntos, pluriempleada. Ha decidido quitarse las redes sociales en París, fuera tonterías. Su mente está en el oro. Su realidad permite pensar en él.