Un deporte a contracorriente

Considerado como uno de los deportes con más tradición olímpica, el remo se incluyo en las pruebas femeninas del calendario de la competición en el año 1976, en los Juegos celebrados en Montreal.
Este deporte, que consiste en el impulso de una embarcación fina pero larga mediante remos conectados a la misma, se diferencia principalmente de otras disciplinas que surcan las aguas, en la colocación de los deportistas ya que estas compiten a contracorriente, cruzando la meta de espaldas.
Esta modalidad deportiva es uno de los tres deportes con los que España debutó en unos Juegos Olímpicos y, al igual que en la pasada edición, en esta ocasión la competición también incluirá el mismo número de pruebas para hombres y mujeres.
El dúo compuesto por Aina Cid, dos veces diploma olímpico con dos sextos puestos, y Esther Briz, debutante en París 2024, son las referentes españolas en esta modalidad.